El material, de inminente edición, será una guía rápida para dar los primeros pasos en la realización de un material audiovisual colectivo integrado por sugerencias para facilitar la producción y animar a organizaciones y colectivos a adentrarse en el apasionante mundo de la realización audiovisual. Paralelamente, el Manual hará foco en determinados puntos importante de ese proceso, que no deben perderse de vista en el tránsito de la realización.
Para ir palpitándolo, aquí va un pequeño anticipo.
¿Qué es el cine comunitario ?
El termino cinematografía proviene del griego y significa “escritura en movimiento”. Pero cuando hablamos de cine, no hablamos del simple acto de tomar imágenes con una cámara; hablamos, además, de captar o construir ideas, acciones, sutilezas, emociones, y todas las formas posibles de comunicación no verbal para representarlas en términos visuales.
Elegimos el termino comunitario porque se diferencia en algunos aspectos del que llamaremos del cine comercial.
Si bien siempre el cine es un proceso colectivo, ya que se requiere de un equipo trabajando coordinadamente, en el cine comunitario se le suma a ese proceso colectivo, una actitud docente de transmisión de conocimientos permanente en el momento de la realización (nunca debe perderse la oportunidad de que sea formativo en las distintas etapas que conlleva hacer una película ), y porque responde a una lógica colaborativa y participativa, cuyo ejercicio es muchas veces, mas valioso que el material en si mismo.
Además, entendemos al cine comunitario como aquel que involucra y promueve la apropiación de los procesos de producción y difusión por parte de la comunidad. Esto nos permite la posibilidad de comunicar sin intermediarios, y con una subjetividad propia de quienes encaran el proyecto, sin contaminarse por los procesos que en lo comercial prolongan y disipan muchas expresiones.
Por este motivo, el cine comunitario suele ser un cine de denuncia, políticamente militante de causas injustas o realidades complejas, que promueve la visibilización de realidades que lo comercial deja de lado, o porque no rinden económicamente o porque son un problema que se den a conocer, ya que siempre terminan mostrando las famosas grietas del sistema en el que vivimos.
Si bien toda expresión artística es también política, en el caso del cine hacemos esta diferenciación con una intención de caracterizar el tipo de materiales que se suelen realizar. En el menor de los casos suele ser cine de ficción. Nuestra idea con el manual es tb animar a las comunidades a poder narrar historias de ficción, convencidos que, a través de las mismas, pueden denunciarse o tratarse diferentes temas, pero de una manera mas efectiva en términos de herramienta transformadora
Importancia del cine comunitario
El fin de este tipo de cine no es la industria cinematográfica, sino la reivindicación del derecho a la comunicación, mas allá que puede interactuar con la industria a través de dar a conocer las realizaciones en festivales y medios especializados, que mas de una vez (sobran los ejemplos) se ven sorprendidos por las maravillosas realizaciones comunitarias, tanto por su originalidad, como por su calidad.
El hecho de no estar atado a compromisos comerciales de ningún tipo, da al cine comunitario la posibilidad de navegar por infinitos universos de contenidos, experiencias y estéticas. Es un espacio en donde todo está permitido porque no esta regulado por ningún estándar o parámetro prefijado.
Esto ultimo es una ventaja que no debemos perder de vista nunca: aprovechar esa libertad y convertirla en posibilidades creativas. Ej.: si no tengo presupuesto para ir a las Malvinas narrando una historia de un ex combatiente que vive en un barrio, puedo utilizar animaciones, cómics o miles de recursos que cumplan con ese fin. ¿Quién dice que no podemos?
Vivimos en un mundo manejado por los medios masivos de comunicación. Los cuales fijan agenda y manipulan la opinión publica tras sus propios intereses. Incluso son tan poderosos que, en el caso de Argentina donde hace unos años se sanciono la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la llamada Ley de Medios, una ley ejemplar por la construcción colectiva del proyecto presentado, lograron darla de baja.
El cine comunitario es una herramienta fundamental para, entre otras cosas, no perder las voces de quienes decidimos un camino diferente al preestablecido por la industria, alimentando la diversidad cultural y completando el mapa de información de la realidad que, si no, siempre sería parcial.
El primer paso en una comunidad que decide incluir la actividad como medio comunicacional suele ser la integración al proyecto de personas con conocimientos para ser transmitidos, ya que a diferencia tal vez del teatro comunitario, hay conocimientos básicos técnicos que se deben tener para hacer una película.
Lo importante es si esas personas que acercan el conocimiento llegan, filman y se van, o pasan a integrar esa comunidad y a desarrollar esos proyectos. Sea cual sea el caso, lo importante es que quienes se acercan a una comunidad con los conocimientos técnicos de filmación y edición, queden formando parte de esa comunidad o no, transmitan sus conocimientos. Por eso decíamos al comienzo que una característica muy importante del cine comunitario es que siempre tiene que ser formativo.
La tecnología actual permite con costos relativamente bajos, poder equiparse con lo mínimo para realizar materiales audiovisuales.
En America Latina existe una enorme cantidad de grupos que están produciendo sus realizaciones de manera independiente y comunitaria, los cuales reconocen la importancia cultural, social y política de esa tarea
Este manual tiene el objetivo de fomentar y alentar la realización audiovisual comunitaria y facilitar los primeros pasos en dichos proyectos a través de nuestras experiencias de producción comunitaria de cine de estos años.
Capacitación
Es interesante plantearse la capacitación en cine, como una capacitación que no sea solo meramente “técnica” para realizar una película. La capacitación debería incluir muchos temas relacionados al derecho a la comunicación y los aspectos políticos de la misma para llevarlos luego al cine. Incluso, al tratarse de colectivos que emprenden estos proyectos, son espacios para tratar y capacitar en cuestiones propias del quehacer grupal de cada comunidad. De esta manera trabajaremos tanto la herramienta como el fin: el cine para la transformación social.